Caen à la sauce Orelsan
La ciudad portuaria de Le Havre, fundada en 1517 por François Ier, ocupa una ubicación estratégica en el estuario del Sena. En todas partes de esta ciudad abierta al mar, se puede respirar el aire del mar. Agua, cielo, luz ... Esto es lo que atrajo a los pintores a Le Havre, y en particular a Claude Monet, quien pintó su famosa pintura Impresión, sol naciente en 1872: la obra maestra que dio origen al Impresionismo. El museo Malraux también tiene la colección impresionista más hermosa de Francia después de la del museo Orsay. Le Havre es también una ciudad extraordinaria, destruida en un 85% durante el bombardeo de 1944 y reconstruida bajo el liderazgo de un arquitecto visionario: Auguste Perret, que entregó sus cartas de nobleza. Su trabajo reconocido internacionalmente fue catalogado en 2005 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este impulso arquitectónico, continuado por el brasileño Oscar Niemeyer (Le Volcan) y Jean Nouvel (Bains des Docks) hace de Le Havre un laboratorio espectacular para la arquitectura contemporánea.